La verdad no voy a juzgar las “movidas” políticas, por parte del Presidente y del Congreso; voy a enfocarme en las “razones” por las cuales los choferes “profesionales” se sienten perjudicados por esta Ley, ya que, son éstas “razones” motivo de mi más profunda indignación.
Resulta que en uno de los noticieros que veo, sale unos de los principales dirigentes de los “profesionales” del volante, arguyendo que esta Ley tenía dedicatoria, sobre todo en desmedro de la economía del “Profesional del Volante”, ya que supuestamente, las multas eran demasiado elevadas y no estaban acordes con los ingresos de estos y que pondría en riesgo el alimento que deben de llevar a sus respectivos hogares. Esto significa, que estos desgraciados... perdón, retiro lo dicho (indistintamente de lo desgraciados que puedan ser); como les decía, esto significa que estos “profesionales”, conciben en sus cabezas o mejor dicho “calculan” las sanciones que se les debe aplicar y encima se sienten con derecho a voto al respecto. No se si a ustedes, pero a mí esto me es difícil de digerir, ¿Acaso no es lo más lógico y sano evitar cometer la infracción indistintamente del valor de la multa?¿qué importa si la multa es de $1000 para algo tan “simple” como detenerse sobre las líneas de seguridad peatonal? Si lo único que hay que hacer es evitarlo y es gratis; es como que si estos “profesionales”, al iniciar el recorrido en sus unidades ya supieran cuántos semáforos en rojo se van a pasar y tengan calculadas las posibilidades de que sean sancionados por lo mismo, de tal forma que su finanzas no se vean afectadas; esto es sencillamente ridículo.
A mi criterio, la multa mínima debería de ser de por lo menos $50, una cifra lo suficientemente disuasiva para cualquier bolsillo. El sistema de perdida de puntos me parece bueno, pero debería ser aún más rígida, no de 12 sino de 10 puntos, y la perdida de puntos mínima por infracción sea de 1 punto y no de décimas como vilmente pretendía el Congreso.
En los casos de accidentes debe de haber responsabilidad compartida entre el que conduce y el dueño del vehículo; así si por ejemplo un bus se choca y muere o se hiere gente por los típicos “dientes de tiburón” (que se forman por la rotura de vidrios que no son los apropiados para vehículos), tanto el chofer como el dueño deben ser juzgados; el uno por inepto y asesino y al otro por asesino en segundo grado, ya que conlleva responsabilidad no tener el vehículo en buen estado.
Se debería implantar también de una vez por todas el sistema de caja común, así no tendrían que estar “peleándose” e iniciando carreras mortales por acaparar pasajeros y podrían enfocar sus esfuerzos en mejorar el servicio al cliente. Hace poco estuve en Chile, allá los buses intercantonales e interregionales, tienen dispositivos que controlan la velocidad de los mismos y que avisa a los pasajeros si los conductores sobrepasan el límite de velocidad permitido en carreteras; además estos dispositivos informan vía GPS la ubicación y velocidad del bus a la entidad que regula el tránsito; ojalá esto también se pueda implementar aquí en el Ecuador, por lo menos tenemos la certeza de que la tecnología existe, sólo falta la decisión política. Por ultimo se deberían establecer turnos para que los choferes no sobrepasen más de 3 o 4 horas para la ciudad (dependiendo de la región) y de 5 para la carreteras. En fin, estoy seguro de que podrán aportarse más cosas para mejorar la Ley de tránsito en el Ecuador y confío en que esa fue la verdadera causa por la que el ciudadano Presidente vetó totalmente la escueta Ley que aprobó el difunto Congreso.
Para terminar, estoy consciente de que los choferes no son la única causa de los accidentes en el Ecuador, pero si son la principal; esperemos pues que tomen conciencia de la responsabilidad social que tienen.
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